Azahara: La reina «choni»

Azahara se alzó con el triunfo en «Las Joyas de la Corona».

El nombre de la ganadora, a pesar de ser un secreto a voces, se descubrió «oficialmente» ayer en la final del «reality» veraniego de Telecinco.

Tras más de dos meses de «tortura», el nuevo cutre-invento de la cadena que nació con la intención de «refinar» a «lo mejor de cada casa» ha llegado a su fin, y visto los datos de audiencia obtenidos durante el transcurso del programa, esperamos que sea definitivo.

La gala final, emitida anoche, no fue más que una clara muestra de lo que han sido las andaduras de un grupo de jóvenes cuyo principal objetivo a lo largo del «reality» ha sido intentar, lográndolo, ser los más «chonis» de la casa.

El concurso pretendía (o al menos eso decían) convertir a estos «especímenes» en chicos y chicas de la alta sociedad, a través de diversos cursos de protocolo y moda, y como no, impartiéndoles clases para lograr «culturizarlos», algo que consiguieron como se demostró sobradamente con las preguntas que llevaron a Azahara al trono de ganadora.

Tras varias pruebas, nominaciones, expulsiones y demás «paripés», solo quedaron dos de los concursantes más aventajados de la academia, quiénes dieron buena muestra de haber adquirido a la perfección las dotes necesarias para integrarse en los círculos más distinguidos de las altas esferas internacionales.

Los dos finalistas debían responder a tres preguntas de «cultura general» y el que lograse el mayor número de aciertos se convertiría en el ganador. Azahara comenzó a responder una serie de cuestiones, que le hubiesen resultado de una dificultad extrema al mismísimo Einstein.

La de Parla tuvo que contestar a las siguientes preguntas: ¿Dónde vive el Papa? a lo que respondió correctamente diciendo que su lugar de residencia era el «Vaticano», ¿Cuál es el apellido del Rey Juan Carlos?, a lo que contestó, no sin cierta duda, dada la dificultad de la pregunta, que el apellido era «Borbón» y por último, y no por ello menos difícil, reconocer al hombre de la imagen que en este caso era Gallardón, a lo que la «refinada» chica respondió con orgullo que era: «Gallardón, el alcalde de la «comunidad» de Madrid», haciendo gala de sus increíbles conocimientos sobre las competencias territoriales de los alcaldes.

Tras esto, llegó el turno de Pepe, un joven que tras su paso por el concurso ha alcanzado un grado de sabiduría que ya quisieran muchos ingenieros de la NASA. La pregunta que le hizo fue: ¿Cual es la capital de La Rioja? Ante esto él, orgulloso de descubrir la que él consideraba una pregunta trampa respondió «¿La Rioja? Pero si La Rioja es una ciudad, como va a tener capital» demostrando dominar a la perfección la ordenación del territorio español. Tras fallar la pregunta fue relegado a un segundo puesto mientras que a su compañera Azahara le colocaban en su «prodigiosa» cabeza, una corona que habían robado del «Roscón de Reyes» de la navidad anterior.

Después de este apasionante desenlace, la ganadora del programa junto a la directora de la academia, Carmen Lomana, acudieron a «Resistiré ¿Vale?», intentando hacernos creer que venían directamente de la gala, cuando por todos es sabido que el desenlace se grabó hace casi un mes.

En el programa de Tania Llasera, la «glamurosa» ganadora, que ha convertido el estampado de leopardo en un estilo de vida, se enfrentó telefónicamente a su exsuegra, quién le pedía que la dejase ver a su nieta. La joven haciendo gala de su «elegancia» adquirida le respondió gritando como lo haría en el mercado de su barrio, entre otras perlas, que ella estaba «mu ogullosa» de haber ganado el concurso, que le sentó fatal que la llamase «golfa» y que su familia estaba «jodidamente» mal.

A pesar de esto, no todo en el programa podía ser malo, ya que debemos decir que el concurso ha permitido que las «ex» de Paquirrín encuentren en Azahara a su «musa» y el modelo a seguir en su vida.

Ahora que el reality ha terminado solo nos queda el consuelo de que Santiago Segura, visto su predilección por este tipo de personajes, recupere a estas verdaderas «joyas» para su próxima película, y así poder seguir disfrutando de su elegancia, glamour y buenas maneras en la gran pantalla.

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